Argentina sufrirá una recesión de 2,5% este año, con una inflación que podría llegar a 120%, pero la economía mejorará en 2024 con un crecimiento de 2,8%, pronosticó este martes el Fondo Monetario Internacional.
El país «se enfrenta a una situación muy difícil, especialmente agravada por la sequía agrícola» del último año, afirmó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en rueda de prensa con motivo de la actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial.
Para este año la institución financiera anticipa una recesión de 2,5%, lo que supone «una revisión a la baja bastante significativa» en comparación con el crecimiento de 0,2% previsto en abril, añadió Petya Koeva Brooks, subdirectora del Departamento de Investigación del fondo.
Brooks atribuyó la caída a la sequía.
El gobierno del presidente Alberto Fernández estimó que la pérdida global por la sequía en Argentina será este año de unos 20.000 millones de dólares, casi 3% del Producto Interno Bruto.
Argentina, tercer productor mundial de granos de soja detrás de Brasil y Estados Unidos en la campaña 2021-2022, es el principal proveedor global de harina y aceite de soja. Y el tercero de maíz.
Para el año que viene el Fondo es mucho más optimista y prevé un repunte del crecimiento del 2,8%, gracias precisamente «a la producción agrícola», afirmó Brooks.
«En cuanto a la inflación, prevemos que se sitúe en 120% a finales» de 2023, añadió.
Argentina figura entre los países con la inflación más alta del mundo. El aumento de precios ha sido un mal crónico de su economía, pero actualmente registra el peor en tres décadas, con índices de alrededor de 8% mensual que se ceban con los más pobres (40% de la población).
Además el país está necesitado de divisas para afrontar sus compromisos, en particular con el FMI por un acuerdo crediticio de 44.000 millones de dólares.